Paco, el perro más famoso de Madrid ya tiene su propia escultura en el centro de la capital.
Historia del perro Paco
El 4 de octubre del año 1879, apareció en el café de Fornos un perro callejero negro, con el pecho blanco, que buscaba algo de comer. Se acercó a la mesa donde comía el marqués de Bogaraya, el cual le dió una chuleta y le puso de nombre Paco, debido a la festividad de San Francisco de Asís que se celebraba ese día.
A partir de ese momento, el can comenzó a pasearse por allí y acabo siendo muy querido por los madrileños y distintos ilustres escritores de la época como Azorín, Manuel Machado o Pío Baroja. Tan popular se volvió, que incluso apareció en numerosas crónicas periodísticas. En ellas recreaban la vida del animal, como sus paseos y su asistencia a los eventos.
Una de sus actividades favoritas eran los toros. En ese momento, la Plaza de Toros de Madrid estaba en el actual Palacio de Deportes. Paco contemplaba el espectáculo desde su asiento y, al matar al toro, solía saltar a la arena hasta que salía el siguiente.
La tarde del 21 de junio de 1882, Paco acudió a su cita en la Plaza de Toros, donde ese día toreaba Pepe el de los Galayos. El público lo estaba abucheando por su mala faena hasta que entonces el perro saltó y tuvo la mala suerte de que el torero decidió darle una estocada para defenderse.
Todo el pueblo quiso linchar entonces al torero mientras que Felipe Ducazcal, un empresario teatral muy querido en Madrid, se lo llevó para que lo cuidasen. Lamentablemente y pese a los cuidados del veterinario, no logró recuperarse y murió unos días despues del incidente.
El torero Frascuelo ordenó a Severini, su embalsamador, que lo disecara y fuera expuesto en el Café de Fornos. Allí estuvo hasta que cerró sus puertas. Tras esto se dice que fue enterrado en el Parque del Retiro.
Intentaron reunir dinero en la época para hacerle una estatua pero finalmente no fue posible. A partir de ahora podremos honrarle con la recien inaugurada escultura de bronce fundido realizada por el escultor Rodrigo Romero.
